La curiosidad corporal de Hernández, de 30 años, le ha valido para que se le conozca por el sobrenombre de "Veinte y cuatro" en la comunidad donde reside en la cuenca del río Toa, en la provincia de Guantánamo, en el extremo más oriental de Cuba.
Hernández, quien trabaja como "cayuquero" (conductor de barcazas entre las orillas del río) y cocinero de un centro turístico, afirma que su mayor pasión es moverse descalzo o con calzado abierto para mostrar sus seis dedos en cada uno de los pies y manos.
La cuenca del río Toa, con sus 1.060 kilómetros cuadrados, es la región menos habitada de Cuba, casi desierta, y tiene aproximadamente un habitante por kilómetro cuadrado.
Según Hernández, en su familia no hay otra persona que tenga la misma "virtud" que él, se siente "a gusto con su esposa" y sus tres hijos "nacieron enteros y sin alteraciones".
Para reafirmar la normalidad en todas las facetas de su vida cotidiana, el joven cubano refiere que ha cumplido con su vida laboral, es capaz de escribir con su diestra y durante el servicio militar llegó a manejar una ametralladora AKM.
Fuente: abc.es